Descripción
La Iniciativa Huerta Niño intenta aliviar la desnutrición infantil en Argentina y lo hace mediante la construcción de huertas de media hectárea en escuelas rurales en zonas desfavorecidas. La iniciativa funciona desde el año 1999 y ha beneficiado a 50.000 niños en Argentina a través de más de 624 proyectos en activo. En este proyecto las huertas instaladas en cada escuela ofrecen a los alumnos una forma natural de aprender.
El proceso educativo se desarrolla a lo largo de varios años, en este tiempo se garantiza la consolidación de los conocimientos y las nuevas pautas alimenticias adquiridas. La primera huerta puesta a funcionar fue en la escuela número 646 en El Aguará, Machagai, Chaco, y sigue siendo una muestra viva del concepto de sustentabilidad, es un proyecto activo que genera alimento para la comunidad.
Propósito
La Huerta Niño forma parte del Objetivo 4: Educación de Calidad, junto a la Meta 4.7: que busca asegurar que los alumnos adquieran los conocimientos teóricos y prácticos para promover el desarrollo sostenible mediante la educación, los estilos de vida sostenibles, los derechos humanos, la igualdad de género, la promoción de una cultura de paz, la ciudadanía mundial, la valoración de la diversidad cultural y la contribución de la cultura al desarrollo sostenible.
Así mismo, dialoga con el Objetivo 2: Hambre Cero en que el sector alimentario y agrícola ofrecen soluciones para el desarrollo de las comunidades y son vitales para la eliminación del hambre y la pobreza. La meta 2.1 que busca asegurar el acceso de todas las personas, en particular los pobres y vulnerables, a una alimentación sana, nutritiva y suficiente durante todo el año.
También al Objetivo 12: Producción y Consumo Consciente que pasa por una educación para la utilización de los recursos, la degradación y la contaminación logrando al mismo tiempo una mejor calidad de vida a través de la meta 12.8 que garantiza que las personas tengan la información y los conocimientos para el desarrollo sostenible y los estilos de vida en armonía con la naturaleza.
¿Cómo?
La iniciativa se difunde como una acción de éxito en Argentina, cuenta con el apoyo de diferentes segmentos de la sociedad, el método utilizado es simple: construir al lado de cada escuela rural una huerta promoviendo la educación para la sostenibilidad y garantizando la soberanía alimentaria. Se ha visto que los niños con deficiencias graves de nutrición desde su nacimiento y hasta la adolescencia tienen una predisposición mayor a las enfermedades y su capacidad de desarrollo se ve disminuida.
Como respuesta a esta situación, este modelo es transferible, aunque debe adaptarse a las distintas zonas geográficas ya que, dependiendo del paisaje natural, la huerta y el invernadero cambiarán. Aportando además recursos baratos en que su construcción y su explotación quedan al 100% en manos de la comunidad escolar y la propia fundación realiza un seguimiento permanente para acompañar la acción.
¿Procesos de colaboración?
CONECTIVIDAD
La Fundación Huerta Niño está integrada por un grupo de personas con vocación de trabajo reunidas para participar en la disminución del hambre en el mundo, La Fundación forma parte del Foro Iberoamericano y del Caribe de Buenas Prácticas, con apoyo del INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria), organizaciones no gubernamentales (ONG) y empresas como Telefónica, Nexpresso y Carrefour.
DIVERSIDAD
Así mismo, la diversidad de la iniciativa se encuentra en más de 600 proyectos en el país, es un proceso de retroalimentación a través del cual todos los niños de las zonas rurales concurren a la escuela, siendo ésta el centro de actividades comunitarias.
RETROALIMENTACIÓN
La iniciativa se retroalimenta desde la red de huertas y desde las escuelas, tras una estrategia que irradia en todas las familias un método de gestión y administración en zonas complejas y pobres.
Tecnologías, métodos y herramientas
La tecnología se imparte desde la agroecología con la construcción de una huerta, un invernadero y un gallinero que permitan alimentar a los alumnos a lo largo de su escolaridad, se utiliza un modelo de cultivo y uso de herramientas disponibles en sus hogares. El objetivo final es desarrollar el aprendizaje de un modelo rural de sustento que permita a los niños beneficiarse al máximo de las posibilidades de su entorno y, de esta forma, arraigar la población a su zona abriéndole mayores oportunidades.